Justo cuando la luna y el sol estaban en conjunción, recorrió como un sagaz tigre desde la selva al pucará ,
Parte de su ladera donde brotaban en vergeles y alimentos determinados por la altura en sus infinitos modos.
La pacha mama resurgía en el viento de las quenas que asombraban a las escasas aves besando el cielo. Quizás bajaban a los escalones de la fortaleza, la magia embrujada de la chicha ensangrentada por el conquistador.
Tal vez desde el Río Grande llegaban las llamas y se echaban, adorando al sol esquivo de la Puna , junto a los parapetos donde un coya prestaba al paisaje el colorido de su poncho .
La pacha mama resurgía en el viento de las quenas que asombraban a las escasas aves besando el cielo. Quizás bajaban a los escalones de la fortaleza, la magia embrujada de la chicha ensangrentada por el conquistador.
Tal vez desde el Río Grande llegaban las llamas y se echaban, adorando al sol esquivo de la Puna , junto a los parapetos donde un coya prestaba al paisaje el colorido de su poncho .
No recordaba la primera vez que estuvo allí. Ni siquiera titilaban dentro de ella los recuerdos placenteros del pasado, con aquel sol cobrizo y el viento marcando con fuerza a los nativos que nacían para adorar al inti y morir en el vientre de la pacha mama dentro de un hueco vientre de alfarería .
Los hilos de agua que bajaban cansados y débiles ,cantaban leyendas milenarias y supersticiones con letras de rituales ancestrales .
Los hilos de agua que bajaban cansados y débiles ,cantaban leyendas milenarias y supersticiones con letras de rituales ancestrales .
Casi un sincretismo perfecto ,casi sobrenatural , ribeteados por los antiguos andenes de cultivo en esas alturas, que sólo mascando coca soportaban .
Justo alli cuando la luna y el sol en conjunción estaba, se retiró muy lejos el alma de aquella vajilla rota que vio romper el sueño de una cultura milenaria ,esa cultura que quiso recorrerla una vez más en el viento de la puna que descendía por el pucará de Tilcara .
Justo alli cuando la luna y el sol en conjunción estaba, se retiró muy lejos el alma de aquella vajilla rota que vio romper el sueño de una cultura milenaria ,esa cultura que quiso recorrerla una vez más en el viento de la puna que descendía por el pucará de Tilcara .
6 comentarios:
Francisca Avaria Muñoz
TODO EL CANTO DE LA TIERRA, ALMA Y RAÍZ DE UNA VAJILLA MILENARIA TESTIGO Y PARTE DE CULTURAS ANCESTRALES.
MUY BELLO RELATO QUERIDA STELLA.
QUÉ BELLEZA, DESDE LA FOTOGRAFÍA A LA NARRATIVA, A PESAR DE LA DURA Y TRISTE REALIDAD QUE EXPRESAS.
CON UN LENGUAJE PROPIO QUE GRACIAS AL CONTEXTO PUDE COMPRENDER...¡¡ GENIAL, DE MIS ORÍGENES INDÍGENAS, SOLO QUEDAN VASIJAS ROTAS EN ALGÚN QUE OTRO PEQUEÑO MUSEO.
NIEVES MARÍA MERINO GUERRA
La magia de la tierra y sus bondades en una bella prosa.
Filemón Zacarías García
AMAS TU TIERRA, DELEITAS EN SUS MANIFESTACIONES Y ESO PARA MÍ ES LO QUE CUENTA.
LA BELLEZA COMPARTIDA, YA ES OTRA COSA.LA DAS A CONOCER Y TE LO AGRADEZCO EN EL ALMA.
IGNACIO Siar Arzaluz
BELLÍSIMA PROSA DONDE DESCRIBES TODA LA MAGIA DEL LUGAR .
UN LUGAR BELLÍSIMO QUE TUVE LA SUERTE DE CONOCER EN UNO DE MIS VIAJES A LOS ENCUENTROS DE MUJERES.
ME ENCANTÓ
ANA MARÍA HERNÁEZ
Marietta Cuesta Rodriguez
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Qué bello, expresas de una manera muy poética, estéticamente y con una altura literaria lo que quieres dar a conocer, todo el pasado roto de los ancestros que fueron aculturados, marginados, explotados, y allí no más se rompe el sueño en el último cuenco del recuerdo.
Marietta Cuesta Rodriguez
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