Les
aseguro que vi desaparecer un río en un día.
Fue
esa vez que estaba tranquila sentada en la hamaca paraguaya ,
leyendo “ El
río oscuro".
La
costa fluvial ennegreció como poniendo un extenso luto a lo largo
del cauce seco.
!
Me asaltaron tantas preguntas! : ¿ Los peces y los camalotes
a donde huyeron?
¿
Adonde se espejará el sol ardiente que desde arriba lanzaba sus
rayos ?
Hay
siempre alguien que te saca de tus meditaciones .
Esta
vez fue la señora que vive en la isla del pequeño delta del otro
río que nace en el mismo lugar del que ha desaparecido .
Traía
en sus manos un ramo de manzanillas . Me dijo que su abuela le
confió sobre sus bondades para espantar los malos cambios del
medio ambiente .
Pero
las sorpresas para mi no terminaban allí .
Vi
que una limusina se acercaba .
Me
llamó por mi nombre , yo no entendía nada .
Ella
se presentó como la prima de mi padre .
Quiso
llevarme a su país .Ya el atardecer pintaba de rojos el oeste.
Extendió
su mano derecha bajo su guante de seda blanquísima y buscó la mía
desnuda y tibia. Acepté su invitación .
Llegamos
a su palacio de corte medieval .Conservaba una nutrida biblioteca
de manuscritos heredados , desde el siglo XIII .
Una
claraboya de vitral daba una tonalidad maravillosa a esos antiguos
libros. La larga mesa y sus sillas de rojo carmín .
Pedí
a la Condesa, quedarme un rato allí .
No
se por qué , me llamó tanta atención un libro : la
Biblia de Maciejowski .
Con cuidado fui recorriendo sus delgadas hojas y pude ver
hermosas ilustraciones de la Biblia hebrea, situadas en el paisaje y
las costumbres de la Francia del siglo XIII.
La
emoción fuerte que viví al ver secarse el río y ahora estar allí
sumergida en un mundo medieval me pareció respirar en un
hermoso sueño .
- ¿ Te interesa mucho? , dijo la Condesa. Mientras para ilustrarme mejor comentó que ese manuscrito es una obra maestra del arte gótico y que constituía un valioso testimonio sobre la vestimenta, instrumentos musicales, armas y armaduras de la época medieval.
Esa
belleza de la condesa con sus conocimientos , elegancia en su andar ,
la hacían admirable .
Pensé
, cuántas vueltas tiene esta vida. Y agradecí haberla conocida.
Pero
debía volver a mi tierra.
Quizás
aquel río que se había secado , las lluvias le volvieron a dar vida
y lo imaginé como una cinta ondulada corriendo y regando todos los
ceibales de su orilla...
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1 comentario:
Me encantoooooooooo
Maria de los Angeles Roccato
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