Relatos fantásticos

La aguja



        Agonizaba,la boca desparramaba espuma. Ella lo miraba gozando de su final.

Fue el día de San Juan, cuando Elvira viajó a  visitar a su hermana  que vivía en el chaco boscoso. Arboles que llenaban de verde el paisaje, sonidos de mil pájaros en concierto.Todo parecía un   paraíso encantado.

Las hermanas comenzaron a matear en el patio cercano al bosque  y   donde las gallinas picoteaban sin cansarse . Después al caer la tarde, entraron a la casa. Sobre la mesita del rincón más claro del comedor, se destacaba un delicado, delgado y fino  jarrón y en su interior relucía un frasquito cúbico.  

      Elvira  se detuvo  a observar este y le pidió a su hermana que lo sacase del jarrón .Lo tomo en sus manos y vio que contenía un líquido  viscoso.

     Cuando regresaba a su casa revivía los amaneceres en aquel  espacio agreste .Pero al entrar a su  hogar, él , su esposo la esperaba  para descargar toda la violencia en sus puños cerrados.   Elvira cayó  tambaleándose. No era la primera vez. Desde siempre  humillada y maltratada .

      El gato Fufú huyó al patio, así reaccionaba cada vez que la veía  lastimaba.

    En una de esas tardes  en que él no estaba,  Elvira buscó su aguja de coser y la introdujo en la frasquito que su hermana  le regalara  y allí la dejó descansando.

   Al atardecer , llegó su esposo, echando fuego por la mirada . La buscó para descargar en ella todo  su odio.

Esta vez no la encontraba, miro en cada habitación d e la casa, debajo de la cama.

Fue al patio , se acercó al aljibe y continuó caminado hacia el final del terreno.

Elvira casi sin pisar el suelo, así  volátil  avanzó detrás de él y sin ser descubierta se acercó sigilosa y clavó en su cuello  aquella aguja de coser.

El veneno mortal, se hizo río en la sangre y de su boca emanó espuma hasta que su cuerpo cayó en la hierba seca...