La
casona del fantasma
La
vieja casona de aquel barrio granadino de El Albaycín fue construida
hacía ya doscientos treinta años. Sus gruesas paredes de piedras y
la escasa luz que entraba, daban la sensación de interminables
suspiros misteriosos. Ubicada en la parte más alta de la ciudad,
rodeada por árboles de follajes vistosos y trinos en sinfonía,
estaba deshabitada desde algún tiempo. A su vereda de ladrillos
musgosos nadie la transitaba. Los lugareños sabían que en noches
cerradas, de la chimenea emergía una columna de blanco humo formando
al elevarse figuras grotescas de brillantes colores.
Fue
el segundo lunes del último mes del año, cuando Mister
Colling y su amiga Elisabeth Belerts llegaron desde Edimburgo. Venían
para quedarse unos meses con el fin de investigar sobre la cultura
mudéjar.
Eran
dos profesionales famosos antropólogo él y socióloga ella,
que viajaron para indagar sobre esa cultura que tanta influencia
ejerció en ese país. Cargados de maletas y material de
investigación fueron recibidos por la autoridad de la ciudad y
alojados ese primer día en su casa. Después buscaron
un lugar para comenzar sus trabajos.
Recorriendo
la ciudad ,llegaron a una vieja casona e inmediatamente ese lugar
ejerció especial atractivo en los dos especialistas. Caminando por
el ancho pasillo que llevaba al gran patio circular, una melodía muy
suave nacía desde el aljibe. Fue un buen comienzo.
Al
amanecer no hubo trinos, ni aromas, solo un ruido de cadenas que
arrastradas se detuvieron en fondo del amplio patio. Entonces, tanto
él como ella, se inquietaron avivando viejas supersticiones.
Lo
peor llegó al anochecer .Vieron que de las paredes brotaban hilos de
líquido rojo.
Elisabeth
se turbó. Una ráfaga de recuerdos se filtró en sus
pensamientos. Había buscado tantos años al hombre que le
robó todos sus sueños.
Lo había amado más que a la fuerza de la vida, y mucho
más que la urdimbre de aguas saladas que acompañan a la muerte.Deseó fervientemente encontrarse con el fantasma de la casona. ¡ Su
intuición era tan clara!
Al
llegar la noche, ahora iluminada por una intensa luna, Elisabeth se
dirigió al aljibe. Las aguas se agitaban y vio allí emerger al
fantasma. Un cono de luz iluminó su rostro . Cargado de
lágrimas y gimiendo entre palabras confusas, le confesó que él la
amaba desde siempre , aunque su cuerpo estaba separado del alma
desde que alguien sepultó su puñal en el pecho.
Ella
sacó un crucifijo de su falda y lo puso en manos del fantasma.
El
aire se llenó con el canto de los pájaros , un aroma a
azahares se coló entre el y ella.
La
noche se volvió día.
El
fantasma recuperó su vida y junto a Elisabeth fueron a vivir en un
mundo de amor, donde el amor tiene más fuerza que la
muerte; donde el amor vence las espinas de la vida y florece en cada
amanecer..
7 comentarios:
Emocionante
me atrapaste del principio al fin
con un bello e inesperado final
me gusta este tipo de literatura y de sorpresas.
lo disfruté mucho
Maria de los Angeles Roccato
Que hermoso!!!!!!!!!!! Ojala encuentre un fantasma! Abrazo
amelia arellano
Stella querida amiga, bellísimo.
Besos de paz.
Julia Orozco
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Querida Stella: Te felicito por tu bello texto. (No le digas a Amelia ni a María, dónde pueden encontrar un fantasma; déjalas, al menos por un tiempo, que sigan besando sapos. Esto queda aquí, entre nosotros. Vale.) Besos, Chente.
Vicente Antonio Vásquez Bonilla
HERMOSA LEYENDA Y PROSA DE LA VIEJA CASONA FELICIDADES QUERIDA Y BELLA POETISA STELLA SALUDOS GRACIAS POR COMPARTIRNOS TAN INTERESANTE LEYENDA UN ABRAZO SINCERO AMIGA.
Ella sacó un crucifijo de su falda y lo puso en manos del fantasma.
El aire se llenó con el canto de los pájaros , un aroma a azahares se coló entre el y ella.
La noche se volvió día.
El fantasma recuperó su vida y junto a Elizabeth fueron a vivir en un mundo de amor, donde el amor tiene más fuerza que la muerte; donde el amor vence las espinas de la vida y florece en cada amanecer..
Angélica Davinna Bloom
Una hermosa leyenda. Brillante y misteriosa...con el fuego vivo del amor
r Jeabelly
Hermosa leyenda que aviva el amor, verdadero disfrute para el alma. Recibe un beso enorme que apriete en tus mejillas mi cariño y mi amistad.
Ana Mercedes
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